En las excursiones de cualquier nivel es obligatorio llevar ropa de abrigo además de botas de montaña.
Desde hace siglos, al abrigo del macizo de Peñalara, los pastores con sus rebaños y hoy en día los caminantes, han forjado la minuciosa obra del Camino Viejo del Paular o Camino del Palero, que enlaza los pinares de Valsaín con el cálido regazo del valle del Lozoya. Numerosas trochas culebrean por el tupido pinar atravesando los altos puertos de montaña y salvando sucesivos regatos que cáen de las cumbres para dar origen a los ríos Lozoya y Eresma.