El desierto de Atacama es la denominación genérica del árido territorio del Norte Grande de Chile, que se extiende desde el paralelo 26 a la frontera con Perú. Está formado por la plataforma litoral, la cordillera costera y las pampas y salares ubicados entre ésta y los Andes.
Un anticiclón permanentemente situado sobre el Trópico de Capricornio impide la llegada de aire húmedo del Pacífico y ocasiona este "desierto perfecto", donde algunas estaciones meteorológicas costeras no han registrado jamás ninguna precipitación, aridez que se va atenuando a medida que nos acercamos a la cordillera andina.
Quizás pueda creerse que una región así es por fuerza esencialmente monótona. Nada más alejado de la realidad; en ningún otro lugar del mundo podremos vivir la experiencia de pasar del nivel del mar a más de 6.000 m en apenas 150 km lineales, y es fácil imaginarse la variedad de paisajes y la espectacularidad de esta transición, donde a cada paso nos encontraremos con impresionantes monumentos arqueológicos como los geoglifos en las yermas laderas de los cerros, oasis de tamarugos (árbol leguminoso que hunde sus raíces hasta encontrar el agua subterránea), salares de un blanco inmaculado, profundas quebradas (barrancos), termas naturales, etc
El altiplano andino es una estepa a 4.000 m de altitud media, salpicada de pueblos aymaras, rebaños de alpacas, salares y volcanes de cinco a seis mil metros de altitud. Los primeros están desprovistos de nieve, y en esta categoría ascenderemos el Volcán Isluga (5.350 m) y el Tapicagüa (5.318 m) como preparación y aclimatación para nuestra ascensión al Guallatire.
Entre los volcanes de seis mil metros, el más asequible es el Guallatire (6.063 m), que además es el único volcán de la zona que presenta cierta actividad, consistente en fumarolas. Es un "nevado", es decir, que presenta nieve en su parte cimera, por lo que su ascensión requiere el uso de crampones a nivel básico (acompañados de bastones de trekking).
Tras el Guallatire, nuestra siguiente parada será para admirar y conocer el entorno del lago Chungará y los volcanes gemelos Payachatas, en el que destaca sobretodo el Parinacota (6.320 m) con su forma de perfecto cono truncado.
En el transcurso de nuestro viaje podremos admirar los desconocidos y remotos salares de Coipasa y Surire, pero lógicamente no puede faltar también la visita del salar de San Pedro de Atacama, un buen lugar para pasar los últimos días realizando un descanso activo tras las jornadas de montaña precedentes. En San Pedro podremos visitar las Montañas de la Luna que bordean el famoso salar, disfrutar de las termas y Géiseres del Tatío, etc.
El programa de viaje se ha diseñado de forma que se pueda conseguir una óptima aclimatación a la altura, pues es este factor el que va a condicionar de forma muy relevante nuestro rendimiento físico. Conseguida la aclimatación, las rutas se corresponden a un nivel medio de exigencia física. En cuanto a la dificultad técnica, solo la ascensión al Guallatire requiere uso básico de piolety crampones, acompañados de bastones de trekking.
Por otra parte, hay que indicar que todo viaje en el altiplano tiene una dosis importante de aventura y requiere colaboración y buena disposición de todos los participantes; no todo es previsible ni se puede acotar en un programa de viaje cerrado.
A nuestra llegada al aeropuerto de Iquique recogeremos los vehículos todo terreno que nos servirán de transporte durante los próximos 15 días.
Traslado al Hotel en el centro de Iquique, donde pernoctaremos.
Tras el desayuno partiremos al encuentro de la carretera panamericana que recorreremos unos 80 km al norte hasta Huara, donde comienza el llamado Camino Internacional que pasa a Bolivia, en dirección este.
En apenas 80 km ascenderemos casi 3.500 m de desnivel y nos detendremos en al menos dos puntos de interés, el geoglifo “Gigante de Atacama” (la figura antropomórfica más grande del mundo realizada en tiempos pre-incaicos) y la quebrada de Tarapacá, pueblo en el que se libró una cruenta batalla durante la Guerra del Pacífico (1879-1880) y que está en parte en ruinas debido a un terremoto acaecido en 2005.
Alojamiento en cabañas al lado de las termas de Chusmiza en las que manan cristalinas aguas a 42,6 ºC, temperatura más que suficiente para darse un baño.
Camino de Colchane, nos desviaremos ligeramente de la ruta principal en dirección al Cerro Cariquima, un volcán aíslado normalmente sin nieve, que destaca sobre toda la región delante de los nevados Sillajuhay y Chuncaroni, ya en la frontera con Bolivia.
Tras la ruta continuaremos viaje a Colchane (3.800 m), donde nos alojaremos las próximas cuatro noches.
Penetrando en el PN del Volcán Isluga nos desplazamos a visitar unos desconocidos géiseres, apenas visitados. Se trata del campo geotérmico de Puchuldiza a 4.200 m de altitud. En ebullición constante, es el segundo de sudamérica en tamaño despues del Tatio y tiene cinco géiseres, dos de los cuales manan todo el día. También hay piscinas termales de hasta 85ºC, así que conviene tene cuidado.
Tomamos rumbo sur desde Colchane hasta el pueblo de Cariquima, donde giramos a la izquierda camino de la frontera boliviana. A pocos km del cruce iniciaremos una ruta a pie por la Sierra Yarina. Aquí se concentran los más importantes y hermosos bosques de cactus gigantes (Echinopsis atacamensis), con ejemplares de hasta 10 m de altura.
Primera ascensión de nuestro viaje. Se trata de un volcán de altura "modesta", con pequeña presencia de fumarolas, que da nombre al Parque Nacional. Nos desplazaremos hasta el pueblo de Enquelga (3.850 m), aldea de famosos tejedores y donde se encuentra la oficina del Guardaparques, que podremos visitar, y nos acercaremos lo máximo posible a las faldas del volcán con nuestros vehículos (aprox. a 4.100 m).
Tras la ascensión podremos darnos un baño en las termas de Enquelga.
Tras cuatro noches en Colchane, retomamos nuestro periplo por el altiplano, ahora con rumbo totalmente norte, hacia nuestro soñado Guallatire. De camino pasaremos por el hermoso salar de Surire, declarado Monumento Nacional. En sus lagunas podremos observar las parinas (flamencos rosas) y tomar un baño en las termas de Polloquere, situadas junto al salar.
Pernocta en Putre, localidad situada a 75 km de Guallatire y que es la única con oferta de alojamiento en la región.
El sistema lacustre Cocotani-Chungará (4.500 m), uno de los más altos del mundo, da origen por filtraciones subterráneas al río Lauca, del que toma el nombre este Parque Nacional al que también pertenece el volcán Guallatire. El entorno de estos lagos, con la majestuosa presencia del volcán Parinacota, es un delicado ecosistema (con abundante presencia de aves acuáticas) declarado Reserva de la Biosfera, y también con justicia, una de las postales más bellas de Chile, superando a paisajes patagónicos mucho más afamados.
Realizaremos una suave ruta por la laguna Cocotani, con cuatro miradores donde se puede observar la aldea de Parinacota, bosquetes de queñoa, bofedales con camélidos y el campo de lava de Cocotani.
Pernocta en Putre.
Sobre las 11:30 h cargaremos las tiendas y el material necesario para la ascensión y tras almorzar en Putre, a las 14 h nos trasladaremos al Campo Base del Guallatire (5.200 m), lugar al que se puede llegar en vehículo.
Por la tarde montaremos las tiendas, cenaremos una sopa caliente y nos acostaremos pronto, pues a las 04:00 debemos comenzar el ascenso a la cumbre.
Nos levantaremos de madrugada (en torno a las 3 AM) para rcomenzar la ascensión a las 04:00.
Tras la ascensión, si diera tiempo, nos detendremos de nuevo en las termas de Churiguaya a comer, descansar y darnos un baño. Posteriormente seguiremos viaje a Putre, donde nos despediremos de los guías locales, y continuaremos a Arica, donde pernoctaremos a nivel del mar y podremos tener un merecido descanso tras la larga jornada.
Alojamiento en Hotel en Arica.
Tras diez días en el altiplano en los que hemos estado sometidos a los rigores de la altura vamos a agradecer este día de descanso en el que podremos darnos una borrachera de oxígeno y un baño en el Pacífico.
Alojamiento en Hotel en Arica.
La ausencia de vuelos directos Arica – Calama aconseja hacer este viaje por carretera. No le falta interés, sin embargo, a este periplo de unos 700 km por la carretera Panamericana que haremos sin prisas.
Por la tarde nos acercaremos al mirador sobre el Valle de la Muerte, donde podremos hacer una pequeña ruta tras el largo viaje desde Arica.
Alojamiento en San Pedro de Atacama durante las dos próximas noches.
Estamos en la región de San Pedro de Atacama, considerada la capital arqueológica de Chile, título al que habría que añadir el de capital geológica, tal es el interés que tiene para entendidos, y también para profanos, el desgarrador y bello paisaje de la zona, pleno de singularidades geológicas.
Por la mañana nos desplazaremos a ver el cercano salar de Atacama y el interesante centro de interpretación de la reserva natural (tasas de entrada no incluidas)
Tras almorzar en San Pedro, realizaremos un itinerario imprescindible: las seductoras montañas del valle de la Luna, pertenecientes a la Cordillera de la Sal y formadas por estratos unos caprichosos estratos verticales que surgen de la depresión como flechas hacia el cielo (tasa de entrada no incluida).
La incomodidad de los 100 km de áspero camino hacia el norte merece absolutamente la pena. Este campo geotérmico, vinculado al volcán Tatío, cuenta con más de 70 fumarolas y 60 pozas de agua hirviente con los bordes blancos producto de la cristalización de las sales minerales. Aquí hay que tener precaución y no salirse de los senderos señalizados, a riesgo de graves quemaduras, pero en las inmediaciones del campo, hay pozas calientes donde es posible bañarse. ¡Y van ya muchos baños térmicos en este viaje que podríamos calificar de trekking termal!
Tras la visita nos trasladaremos a la ciudad minera de Calama donde pernoctaremos.