Oculto bajo los cortados rocosos y la vegetación de ribera, el río Jarama discurre lentamente en su camino hacia la fértil vega de la Comunidad madrileña, encontrando sin duda su tramo más agreste y salvaje entre las aldeas de Valdesotos y Retiendas, y donde ya desde muy antiguo fundaron los monjes cistercienses el Monasterio de Bonaval, al cuál llegaremos tras recorrer este cañón fluvial.