Un país desconocido, de nombre difícil de pronunciar pero sorprendentemente fácil de disfrutar. En el corazón de Asia Central, Kirguistán combina paisajes de ensueño con una cultura nómada que sigue viva y auténtica. Todo en un solo lugar, donde el único riesgo es volver a casa viendo el mundo con otros ojos.
El invierno en el Tian-Shan no es territorio para cualquiera, pero si te gusta la nieve, la naturaleza salvaje y prefieres el calor de una experiencia real y humana antes que un viaje de confort y postales, entonces este viaje es para ti. La recompensa: explorar valles, pueblos y montañas donde la única huella es la de quienes aún saben habitar el frío.
Durante varios días, te moverás a pie, con raquetas, a caballo y en 4x4. Atravesarás paisajes nevados, compartirás comidas caseras, dormirás en yurtas o cabañas de madera, y descubrirás la calidez de una cultura que se resiste a alejarse de las montañas para no desaparecer.
Comenzaremos en el verde y nevado valle de Chon Kemin, donde la hospitalidad kirguisa nos abrirá las puertas a una vida sencilla pero profunda. Caminaremos entre bosques congelados hasta lagos helados, descubriremos los ecos de antiguas civilizaciones en Balasagún y nos emocionaremos presenciando el kok-buru, el juego ecuestre más salvaje de Asia Central.
Cabalgaremos por valles donde aún habitan lobos, linces y quizá, con suerte, el mítico leopardo de las nieves. Dormiremos en cabañas de montaña y yurtas tradicionales, rodeados de glaciares y silencio, y nos bañaremos en aguas termales bajo un cielo invernal. Todo ello guiados por pastores, cetreros, y familias que nos abrirán su casa y su historia, compartiendo con nosotros la vida en uno de los rincones más puros del planeta.
Este no es un viaje turístico. Es una experiencia transformadora. Es dormir arropado por el calor de una estufa mientras fuera cae la nieve. Es montar a caballo por senderos que no aparecen en los mapas. Es escuchar a un cetrero hablar de su águila como quien habla de un viejo amigo. Es, en definitiva, entrar en contacto con una forma de vida ancestral que sobrevive en equilibrio con una naturaleza imponente y extrema.
Desde las yurtas de los pastores hasta los bazares de Bishkek, Kirguistán se desplegará ante nosotros como un libro abierto lleno de sorpresas, autenticidad y paisajes que no se olvidan. Un viaje para los que buscan algo más. Algo real. Algo que se queda
Traslado por carretera en vehículos 4x4 al valle de Chon Kemin. Durante el trayecto haremos paradas para visitar varios lugares de interés.
La primera parada del recorrido será para almorzar, seguida de una visita al yacimiento arqueológico de Balasagún, antigua capital del Imperio Karajánida entre los siglos IX y XII.
Aunque hoy solo se conservan algunos vestigios, como el emblemático minarete de Buraná y las bases de varios mausoleos, este lugar fue en su momento el corazón de uno de los imperios más extensos del mundo. También visitaremos un pequeño museo que alberga restos arqueológicos de distintas culturas —musulmana, cristiana y budista— testimonio del rico pasado cultural de Asia Central, tierra de paso de numerosas civilizaciones y hogar de los actuales pueblos nómadas kirguisos.
Por la tarde, el viaje continúa hacia el pintoresco valle nevado de Chon Kemin. Al llegar, nos alojaremos en una cálida casa de huéspedes regentada por una familia kirguisa, donde pasaremos las próximas dos noches y podremos experimentar la hospitalidad local.
Alojamiento en casa de huéspedes.
Después de desayunar en la casa de huéspedes, nos trasladaremos en vehículo 4x4 hasta el punto de inicio de nuestra caminata.
Seguiremos senderos trazados por caballos salvajes y cortadores de leña entre la nieve, adentrándonos en un precioso paisaje de bosques, praderas y arroyos hasta alcanzar un lago completamente helado. El silencio de las montañas del Tian Shan nos envolverá, solo interrumpido por las huellas de corzos, zorros, lobos y otros animales salvajes que habitan esta región remota.
Al finalizar la caminata, regresaremos a la granja de pastores desde donde iniciamos camino, y desde allí volveremos a la casa de huéspedes para disfrutar del almuerzo.
Distancia 7 km Desnivel +/- 550 m.
Por la tarde, realizaremos un corto traslado hasta una campa que hace las veces de estadio para presenciar el tradicional juego nómada del kok-buru. Esta práctica ancestral, originada en la caza de lobos a caballo, se juega hoy con la carcasa de una cabra sacrificada y es una de las expresiones culturales más intensas de Asia Central.
Tras el partido, acompañaremos a la familia encargada del evento en el proceso de limpieza del animal, participaremos en la preparación de la cena y compartiremos la comida con ellos, en un ambiente auténticamente local.
Alojamiento en casa de huéspedes.
Hoy será un día de largo traslado en vehículo, durante el cual cambiaremos de región. Dejaremos atrás el valle de Chon Kemin y recorreremos los más de 200 kilómetros de longitud del lago alpino Issyk Kul, hasta llegar a un campamento de yurtas ubicado en un valle nevado en la orilla sur del lago.
A lo largo del trayecto, el paisaje que veremos desde el vehículo será muy variado. Atravesaremos un estrecho cañón con un río helado que nos conducirá hasta el amplio valle del Issyk Kul, el segundo lago alpino más grande del mundo.
Si las condiciones de la carretera lo permiten, haremos una parada en la ciudad de Karakol para visitar algunos de sus lugares más representativos, como la catedral ortodoxa y la mezquita Dungan.
Nuestro destino final será un campamento de yurtas gestionado por una familia kirguisa, situado a la entrada de un precioso valle cubierto de nieve, desde el cual se accede a las zonas más alpinas y glaciares de la región. Estaremos ya en pleno corazón del Tian Shan, rodeados por montañas cada vez más impresionantes.
Alojamiento en campamento de yurtas.
Es difícil imaginar un programa más estimulante para finalizar el año.
Desayunaremos en el campamento de yurtas junto a la familia anfitriona y nos encontraremos con los caballos y los guías ecuestres que nos acompañarán en la jornada de hoy. Nos espera una travesía épica a caballo por un valle remoto y completamente nevado en plena cordillera del Tian Shan.
La ruta nos llevará río arriba, siguiendo su curso entre bosques y montañas salvajes donde habitan lobos, linces, zorros, osos y, con suerte, los escurridizos leopardos de las nieves. Iremos adentrándonos en el corazón del Tian Shan a caballo, en pleno invierno, a través de un valle que durante esta estación queda casi completamente aislado, visitado únicamente por leñadores o científicos de forma muy esporádica.
Y como si esta aventura no fuera ya lo bastante impresionante, en el camino haremos una parada en unas termas naturales de agua caliente, donde podremos darnos un baño al aire libre rodeados de nieve.
Nuestro destino para pasar esta noche tan especial será una cabaña de madera escondida en medio de la montaña, que funciona como una estación geofísica del Tian Shan.
Degustaremos una cena preparada por una familia kirguisa que se encargará de calentar la cabaña y cocinar un auténtico banquete al fuego. Será una gozada pasar la Nochevieja en este entorno salvaje, rodeados de naturaleza pura y calor humano.
La ruta a caballo será de 5 a 10 km, según condiciones. Los caballos son muy dóciles y no se requiere experiencia previa.
Alojamiento en cabaña.
La jornada la dedicaremos a explorar uno de los valles salvajes en el corazón de la cordillera del Tian Shan. Remontaremos parte del valle camino de un paisaje de alta montaña y con la presencia de glaciares.
Si fuera necesario haremos uso de raquetas para que la progresión sea más cómoda.
Distancia de la ruta: 6 - 11 km Desnivel +/- 500 m.
Alojamiento en cabaña.
Tras el desayuno regresaremos al punto de partida donde nos dejó el vehículo.
Distancia: 10 km. Desnivel +/- 400 m.
Posteriormente haremos el traslado al lago alpino Issyk Kul de enorme belleza.
De camino visitaremos una zona desértica de areniscas y haremos un pequeño paseo. El plato fuerte de la jornada será llegar a la casa de un cetrero kirguis, y junto a él y su familia conoceremos esta forma ancestral de caza originaria de Asia Central.
Alojamiento en casa de una familia.
Tras desayunar, asistiremos a una demostración de cetrería. El cetrero nos explicará en qué consiste esta ancestral técnica de caza, la estrecha relación que se establece entre el cetrero y su águila, y los tipos de caza para los que todavía se utiliza hoy en día. En todo Kirguistán, quedan apenas una veintena de personas que siguen practicando esta tradición milenaria.
Durante el camino de regreso a Bishkek, haremos una parada para visitar a una familia artesana que se dedica a la construcción de yurtas. Nos mostrarán cómo trabajan cada una de sus partes —el fieltro, la lana, la madera y el cuero— y conoceremos de cerca este proceso tan importante en la vida nómada kirguisa.
Por la tarde, llegaremos a Bishkek. Tendremos tiempo para darnos una buena ducha, descansar un poco y salir a cenar a un restaurante en el centro de la ciudad.
Noche de hotel en Bishkek.
Bishkek es una ciudad en plena transformación y expansión. Cada vez más moderna, sigue conservando las huellas de su pasado soviético y su propia identidad. Aunque no es una ciudad turística en el sentido clásico, tiene mucho que ofrecer al viajero occidental curioso.
Por la mañana, visitaremos uno de los muchos bazares de la ciudad, donde podremos experimentar de primera mano cómo es la vida en estos espacios vibrantes, auténticos y llenos de actividad, que se resisten a desaparecer frente al avance de los grandes centros comerciales. Almorzaremos allí mismo, disfrutando una vez más de la sabrosa comida local.
Por la tarde, recorreremos algunos de los lugares más emblemáticos de Bishkek para conocer mejor la historia y la vida urbana kirguisa, tan distinta a la Kirguistán rural y montañosa que habremos explorado en los días anteriores, pero igual de auténtica.
Por la noche, nos reuniremos para disfrutar de una cena de despedida en un restaurante local, cerrando el viaje con un brindis por todo lo vivido.
Noche de hotel en Bishkek.
De madrugada, nos trasladaremos al aeropuerto para tomar el vuelo.