Clavijas y ferratas de Ordesa

Las Clavijas de Cotatuero, la Faja de las Flores y la Ferrata de Sorrosal

17 km
DISTANCIA
Subida 1100 m
Bajada 1100 m
Senderismo
2,60 puntos

Todo lo que se pueda decir de esta maravillosa ruta es poco. No está al alcance de cualquiera, las clavijas imponen su peaje y disuaden a paseantes y senderistas, que deben conformarse con recorridos por el fondo del valle, o los más avezados, con la Senda de Cazadores situada justo en frente. Pasar la famosa travesía horizontal de las clavijas de Cotatuero es como estar suspendido del cielo, con un abismo infinito bajo nosotros. Antaño no había otra que hacerlo a pelo, sin cable de seguridad; un auténtico rito iniciático para muchos montañeros. Tras la adrenalina nos espera la majestuosa Faja de las Flores y su sendero colgado, en el que se puede caminar tranquilamente, eso sí, manteniendo siempre la atención. Si vas a admirar el paisaje, lo que ocurrirá a menudo, mejor detenerse. Llegamos así al Circo de Carriata, donde nos encontramos las clavijas de Salarons, que debemos descender. Son evitables tomando un desvío por un sendero por el bosque, lo que no es aconsejable salvo circunstancias excepcionales, porque las clavijas, más sencillas, se disfrutan totalmente. Tras Salarons solo resta el largo descenso a las praderas de Ordesa, donde comenzamos nuestra aventura.


2 km
DISTANCIA
Subida 180 m
Bajada 180 m
Ferratas
2,00 puntos

Si una cosa destaca en Broto es la cascada del Sorrosal, que baja cargada y furiosa en primavera y algo más tranquila en verano. El entorno de la cascada e inicio de la vía es un anfiteatro natural lleno de pliegues geológicos que explican el proceso de formación de los Pirineos. Las formas geométricas de la roca junto al ruido de la cascada llegan a convertir el lugar en algo hipnótico. El inicio es bastante peculiar, como en general todo el material usado en la vía. Una escalera-puente nos ayuda a superar el primer resalte. A partir de aquí ascendemos en busca de la cascada a través de grapas y clavijas hasta que llegamos a la altura de la captación de agua para la minicentral hidroeléctrica. Tras el divertido paso por el corto túnel de la captación vamos a parar al interior del cañón de Sorrosal, origen de la cascada. Éste es el tramo con más encanto, avanzaremos por el interior del barranco con la ayuda de grapas y un pequeño puente de madera. Después de un par de resaltes salimos a mano derecha y nos internamos en la vegetación, para recuperar altitud a través de unas grapas hasta el Balcón de Broto.