Cultura Vikinga

Asentamientos vikingos del fiordo de Oslo y auroras boreales

Senderismo
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Cultura
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Exigencia física

Baja

Épocas recomendadas

Invierno

Rango de duración

8 días

Próximas fechas

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El Draken Harald Hårfagre, el mayor drakkar (barco vikingo) moderno Viking Nilsson (Fjord Norway)
Faro de Verdens Ende (Fín del Mundo) en Tjome Irene Sveian
Tjome Irene Sveian
Lago de Tynna en Tjome Tjomebilder.no
Tjome Irene Sveian
Cementerio vikingo de Borre Helen Simonsson
Cementerio vikingo de Borre Hans A. Rosbach
Museo de Slottsfjell (Tonsberg)
Señalización en el sendero costero de Kyststien oslofjorden.com
Kyststien Vidar Nyquist
Lago Heivannet (Svartoa) arnulf berge
Lago Trollsvann Lillian
En las Trollsvann arild.larsen
Lago Trollsvann Lillian
Bosques de Tonsberg en invierno toensberger
Torre de Slottsfjell en Tonsberg DP
Parque Vigeland (Oslo) Alexander Barve
Escultura del Parque Vigeland Alexander Barve
El famoso drakkar Oseberg en el Museo de los Barcos Vikingos de Oslo
Fortaleza de Akershus (Oslo) violetta
Palacio de la Ópera de Oslo Trine Syvertsen

Caminando por Tierras vikingas

Noruega con sus espectaculares fiordos, sus pueblos costeros, su gastronomía y su amor por la conservación de la naturaleza, es uno de los destinos predilectos de toda Europa. Este novedoso viaje nos llevará a conocer, de la mano de nuestra arqueóloga Almudena Salvador, la interesante cultura vikinga, que no responde únicamente a su imagen como implacables guerreros del mar, sino también al modo en el que vivieron y desarrollaron una sociedad nueva y moderna. 
La vida de los vikingos giraba en torno a sus barcos, a sus granjas, al comercio, pero también a la guerra y el saqueo. Sabemos que disponían de una avanzada tecnología marítima, lo cual los llevó a recorrer largas distancias por mar y al temprano descubrimiento del Nuevo Mundo, Groenlandia e Islandia, así como a ser temidos en toda Europa por sus incursiones y saqueos, llegando en la Península Ibérica incluso a remontar el río Ebro.
Vivían en comunidades agrarias autárquicas, en las que se dedicaban a la agricultura, la ganadería, la pesca y caza y la extracción de hierro, así como de otros minerales para desarrollar sus utensilios. También de vital importancia era para ellos el comercio de determinados productos, como por ejemplo la sal. Esto choca con la concepción típica que se tiene de los vikingos, pero debemos considerar que la mayor parte de los textos que tenemos son de autores europeos religiosos, que los describían de manera poco favorecedora como paganos sedientos de sangre.

El Fiordo de Oslo y la histórica región de Vestfold

Nuestro viaje lo concentramos en el fiordo de Oslo que se extiende a lo largo de 100 kilómetros de longitud y está salpicado de islas interiores. Desde el mar se pueden ver el paisaje verde característico del fiordo, así como las típicas casas de colores de los pueblos de pescadores de la costa. Se divide a su vez en varios fiordos más pequeños, incluyendo Sande Bay, Drams Fjord y Bunne Fjord entre otros. El fiordo es una ramificación del estrecho de Skagerrak y se mantiene libre de hielos durante todo el año. Su ubicación permite comunicaciones fáciles hacia el mar y hacia el interior del país, con los valles de Gomma y el Verma.
En el fiordo de Oslo se asienta la histórica región de Vestfold, la auténtica tierra vikinga. De hecho, dos de sus poblaciones fueron los primeros asentamientos noruegos: Tonsberg, que aún existe, y Kaupang, ya desaparecida. Lo demuestran los restos arqueológicos que se hallaron en esta zona. Muchos de los drakkars los encontraron en Vestfold. En realidad, la mayor parte de las excavaciones en estas tierras muestran las relaciones que existían con otros pueblos europeos como Inglaterra y Francia, incluso otras civilizaciones mediterráneas. Objetos como monedas de Kufa, en Irak, son un ejemplo especialmente representativo.

Los barcos vikingos

La rapidez de los barcos vikingos, conocidos como drakkar o barcos largos, es fundamental para entender cómo estos guerreros fueron capaces de crecer de forma tan repentina y sorprendente. Sus innovaciones marítimas supusieron un vínculo entre el norte y el sur de Europa, algo que tuvo un profundo impacto en el continente.
Los drakkar se usaban tanto para saqueos y otro tipo de ataques, como para el comercio pacífico. Y cuando algún vikingo importante moría, su cuerpo se colocaba en una nave funeraria, junto a sus ropas, sus joyas y hasta sus animales. El conocido como montículo funerario de Oseberg es una de las tumbas de este tipo más significativas de las halladas en Escandinavia. 

Las Auroras Boreales

Las Auroras son un fenómeno de luminiscencia producido por la interacción de partículas cargadas procedentes del sol con el campo magnético terrestre. Su brillo intrínseco depende de la actividad solar y se mide con el índice KP, donde un KP 0 sería la aurora menos brillante y un KP 9 la más brillante.
Aparte de su brillo intrinseco, la visibilidad de una aurora depende de dos factores, la latitud y la oscuridad del cielo. A la latitud que estaremos podremos ver auroras a partir de KP 5, es decir, necesitaremos que se produzcan auroras de brillo medio o alto para poder verlas.
Y en cuanto a la oscuridad del cielo, la semana que hemos elegido es probablemente la mejor del año y tendremos la suficiente lejanía de núcleos habitados, cuyas luces contaminan el cielo. Así que con un poco de suerte, y aunque no sea el objetivo del viaje, podremos llevarnos esta experiencia.

Oslo

Dedicaremos en el viaje una jornada completa para visitar Oslo, la ciudad más grande de Noruega y capital oficial del país desde 1814, que está rodeada de frondosos bosques con lagos y que en estas fechas aparece cubierta de nieve. Oslo dispone de un rico patrimonio histórico entre los que podemos destacar; el Parque Vigeland, que tiene ciento noventa estatuas de bronce y granito, realizadas por Gustav Vigeland como reflexión sobre la existencia humana, el Museo Munch, que contiene una magnífica colección de pinturas de Edvard Munch, creaciones en las que se palpa la melancolía escandinava y la Fortaleza de Akershus (Akershus Fortress), construida hacia 1300 por el rey vikingo Haakon V, siendo una de las más preciadas reliquias medievales, La Ópera, que fue inaugurada en 2008  y cuyo diseño con mármol blanco y vidrio trata de parecer un iceberg, y que las personas que caminaran sobre el edificio parecieran pingüinos.


Programa

Una vez en el aeropuerto de Oslo nos trasladaremos hasta nuestro alojamiento en la ciudad de Tonsberg (2 h), para muchos historiadores la ciudad más antigua de Noruega, y que se encuentra idílicamente ubicada junto al fiordo de Oslo y el estrecho de Tonsberg.


Comenzamos nuestro viaje visitando uno de los rincones más especiales de la Región de Vestford, la auténtica Tierra Vikinga, el famoso Cementerio Vikingo de Borre que cuenta con siete conjuntos de montículos funerarios que llegan a alcanzar 45 metros de diámetro y hasta seis metros de altura, único en Escandinava. Tras la visita nos desplazaremos hasta la Península de Tjome, entre los fiordos de Tonsberg y Oslo, donde completaremos una bonita ruta por un típico bosque boreal, en la que predominan las píceas y los abedules. Tras la ruta nos acercaremos hasta la punta de la península, el cabo de Venders Ende (el Fín del Mundo) desde donde podremos disfrutar de los últimos rayos de sol tras la preciosa réplica de faro vikingo construida e 1932.


Hoy dividiremos el día en dos partes. Por la mañana visitaremos el Museo Slottsfjell, donde se encuentran los restos de la antigua fortaleza de Tunsberghus y sin lugar a dudas el mejor museo para conocer la historia de los Vikingos y a continuación nos desplazaremos hasta la provincia de Osteroya para caminar hasta la punta de la Península de Kyststien, a través de un bosque de alerces y abetos de gran belleza por el que caminaremos hasta alcanzar las calas que posee esta bella península con increibles vistas sobre el Fiordo de Tonsberg. Justo al final de ruta aparecerá ante nosotros la Torre de Tonesberg Tonne, en forma de tonel, por eso su nombre, desde donde se controlaban los barcos que se adentraban por el fiordo de Tonsberg.


Abandonamos la costa del Fiordo de Oslo y los asentamientos vikingos para disfrutar de la pureza de los Bosques Boreales. Nos adentraremos por el Valle del río Svartoa para disfrutar de su espeso bosque de coniferas y sus lagos. Completaremos el día ascendiendo al  Monte Vardas (236 m) desde donde se domina el Valle del Svartoa.


Nuestra última ruta por el interior de Noruega nos llevará a realizar un hermoso itinerario entorno al Lago de los Troll que por estas fechas estará completamente helado y por el que es posible caminar sin riesgo alguno. Completaremos el recorrido que nos llevará por un magnífico bosque de alerces y píceas hasta el lago de Hvaelsetra. 


Por la mañana, y tras despedirnos de la bella ciudad de Tonsberg, nos desplazaremos hacia Oslo (2h) antes de llegar nos detendremos en la Península de Bigdoy para visitar el famoso Museo de los Barcos Vikingos, que muestra los barcos vikingos mejor conservados del mundo. Dispondremos de la tarde libre para disfrutar de la capial noruega, que se encuentra en una posición privilegiada al final del fiordo de Oslo.


Hoy organizaremos el día para disfrutar de los rincones más significativos de la ciudad de Oslo, como son el espléndido Parque Vigeland con sus originales estatuas, la Fortaleza de Akershus, y observar desde fuera la Opera de Oslo cuyo diseño con mármol blanco y vidrio trata de parecer un iceberg, y que las personas que caminaran sobre el edificio parecieran pingüinos. 


Dispondremos de tiempo libre hasta la hora de ir al aeropuerto.