Ferratas de Picos de Europa

Ferratas en los Picos

Hasta ahora no habíamos programado nunca ferratas en el entorno de los Picos de Europa porque las existentes eran pocas y bastante dispersas como para justificar el viaje.
Esta situación ha cambiado totalmente a partir de 2016, cuando se inauguró la ferrata de Cordiñanes junto a Posada de Valdeón, a la que se añadió en 2019 la de Peña Socastillo. Estas magníficas ferratas, junto a las ya existentes del Desfiladero de la Hermida y el Valle de Liébana, permiten pasar un completo fin de semana en el entorno del Macizo Occidental de los Picos de Europa.

Ferrata de Socastillo.

En su descenso hacia Liébana, el arroyo de la Viña ha horadado un singular afloramiento de conglomerado formando un corto pero estrecho desfiladero que preside, como una atalaya, la Peña Socastillo. En esta peña se ha instalado la que es, por ahora, la última ferrata de Picos de Europa y que será con la que comenzaremos el viaje.

El desfiladero de la Hermida y el Valle de la Liébana

Nada menos que tres ferratas nos esperan el sábado. Las dos primeras transcurren en el entorno del Desfiladero de la Hermida que crea el río Deva. Una ferrata corta y sencilla, la de Milar, con una tirolina de 25 m, nos permitirá ir calentando antes de acometer la ferrata de la Hermida, la primera que hubo en el Cantábrico y que sigue un antiguo camino de pastores por la cara norte de Peña Agero.
Tras el almuerzo nos desplazaremos unos kilómetros aguas arriba del Deba, ya en el Valle de la Liébana, para afrontar la tercera ferrata del día: Camaleño, una ferrata corta pero de grandes sensaciones, con un aéreo puente tibetano situado bajo un espectacular techo rocoso. Sin duda, de las mejores de la Cantábrica.

La ferrata de Valdeón.

En Cordiñanes de Valdeón se encuentra la  primera ferrata española situada dentro de los límites de un Parque Nacional, en este caso el PN de los Picos de Europa. La ferrata de Valdeón es aérea, larga y de dificultad sostenida, aunque en ningún momento tiene pasos especialmente exigentes.
La pasarela de entrada, una larga subida vertical y una zona desplomada son los tramos estrella de una ferrata que por méritos propios merece estar ya  en la lista de imprescindibles de toda España.

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