La Calanche es otro de los lugares imprescindibles de Córcega, emblema
de los primeros turistas de principios del XIX. Entre Porto y Piana, los granitos
anaranjados que conforman el Capu d’Orto caen sobre el mar en un auténtico
delirio natural de formas imposibles y fantasmagóricas.
Comenzaremos la ruta por el por el Ancien
Chemin de Piana, verdadera senda con valor histórico, hoy apenas transitada,
que nos ofrece las mejores panorámicas de Les Calanche, auténtico
espectáculo de cine en el que se mezclan la
roca y el mar.
Poco después abandonaremos esta senda para adentrarnos en la montaña, en dirección al Capu d'Orto, la cima más elevada de la zona, pasando por el castañar de Palini, que más arriba da paso al monte mediterráneo alternado con densas manchas de pinares de la Forêt Domaniale
de Piana.
En el descenso pasaremos de nuevo por el castañar de Palani y por un
camino diferente al de subida caeremos vertiginosamente al antiguo merendero
llamado, con cierta ironía en medio de estas increíbles paredes
rojizas, Les Roches Bleus (430 m), el lugar donde empezamos.
Las gargantas de Espelunca o Spilonca se encuentran entre Evisa y Ota. El antiguo camino muletero de Evisa se ha convertido en un sendero interpretativo en el que diversos paneles a lo largo del camino nos informan sobre la fauna, la flora y la arquitectura local. Comenzamos en Ota y descendemos levemente hasta los "dos puentes". Un poco más tarde encontramos el precioso puente genovés de Zaglia, que marca el inicio de la subida hasta Evisa.
NOTA: El nivel A realiza esta ruta en sentido inverso al descrito, es decir, en descenso.
En las proximidades del Col de Vergio y bajo la cima del Paglia Orba, el río Golo forma una pequeña cascada y unas piscinas naturales, que si el tiempo es bueno, invitan a un refrescante baño. El recorrido circular nos permitirá admirar hermosos ejemplares de pinos laricios y encontrarnos cona algunos de los cerdos semi-salvajes (cruzados con jabalís) que campan a sus anchas por las montañas.
La caminata a los Lagos Melo y Capitelo desde las Bergeries de La Grotelle es una de las más populares de Córcega. Tanto que es mejor evitarla el período estival por la excesiva afluencia de excursionistas. Pero teniendo el privilegio de poder ir fuera de temporada, como nosotros, la ruta a estos dos preciosos lagos glaciares es totalmente imprescindible.
La ruta de ascenso vuelve a tener algún punto de emoción (escaleras y alguna cadena) y nos lleva al primero de los lagos, el Melo, apacible y abierto. Muy diferente del Capitelo, situado por encima de él, profundo, oscuro, y rodeado de abruptas paredes.
Para el descenso utilizaremos otra variante del sendero más sencilla que evita los pasos de escalera del ascenso.
NOTA: La subida al Lago Capitelo es opcional; los participantes que lo deseen podrán quedarse en el Lago Melo.
Tranquila ruta que partiendo del animado pueblo de Saint Florent nos llevará por la salvaje costa del desierto de Agriates hasta la playa del río Santo, caminando por un sendero entre el mar y el oloroso maquis. Regreso por el mismo itinerario.
No se puede abandonar Córcega sin conocer mejor este encantador lugar que es Bonifacio, tan diferente del resto de la isla. Efectivamente, sus blancos acantilados, sobre los que se asienta esta ciudad fortaleza, poco tienen que ver con la Córcega montañosa y granítica del interior. Realizaremos una pequeña ruta por la costa que finaliza en la propia ciudad.
Pasaremos por calas perdidas, como la Cala Sciumara, donde podremos bañarnos viendo frente a nosotros la vecina isla de Cerdeña, divisaremos el Capo Pertusato desde el Faro del mismo nombre, atravesaremos restos de fortificaciones y baterías costeras de la Segunda Guerra Mundial y caminaremos al borde de los espectaculares e inmaculados acantilados calizos, de camino a la bonita e histórica ciudad fortificada de Bonifacio, cuyas callejuelas y balcones hacia el azul del mar son de visita obligada.