Teniendo como punto de partida y de regreso el pueblo que da nombre al valle de Echo, vamos a recorrer caminos tradicionales de este valle que transitan por los bosques que se asientan en las laderas del alrededor.
Es el más Occidental de todos los Ibones de Pirineos y quizá uno de los de mayor belleza, encajonado en un pequeño circo de rocas de absoluta verticalidad, nos hará sentir la grandeza que sólo los grandes espacios naturales son capaces de expresar. Comenzaremos nuestra ruta en la Selva de Oza para dirigirnos hacia el Norte siguiendo el río Aragón Subordan, llegados a las praderas de Guarrinza remontaremos el camino que nos conduce hasta el Puerto del Palo, el cual abandonaremos para hacer una media ladera que nos sitúa en el Ibón, donde podremos disfrutar de esta joya pirenaica, la vuelta la realizaremos por el barranco de Acherito.
Ascensión clásica al pico Petrechema desde el refugio de Linza en el valle de Ansó. La ascensión sigue el itinerario de la GR-11 pasando primero junto al Mehir de Linza y luego por un collado al Sur del collado de Linza y donde se bifurcan 2 senderos, el del Norte para ir a la Mesa de los Tres Reyes y el de la derecha (Este) que nos conducirá a la cima del pico Petrechema o Petretxema. Faldeamos un cordal hervoso que separa las cuencas de la Hoya de la Solana al Norte y las Foyas del Ingeniero al Sur hasta un abalcodada donde giraremos al norte para luego coger la cresta final hasta la cima del pico Petrechema.
Partiendo de la Selva de Oza remontaremos por el barranco de Estribiella hasta el collado del mismo nombre. Luego coronaremos facilmente Estribiella y Tortiella e intentaremos bajar por el barranco de la Hierba para nuevamente llegar al barranco de Estribiella y retornar a la Selva de Oza.
Saldremos de la población de Ansó, para introducirnos en el pequeño barranco de La Fuente y más tarde acceder a la loma del mismo nombre, que nos llevará casi a alcanzar el pico de la Punta del Raso, iremos faldeando dicho pico hasta que descenderemos nuevamente a Ansó por la loma de Santa Cruz.
Teniendo como punto de partida y de regreso el pueblo que da nombre al valle de Echo, vamos a recorrer caminos tradicionales de este valle que transitan por los bosques que se asientan en las laderas del alrededor.
La ruta prevista es un recorrido circular que nos permitirá conocer dos de los puntos emblemáticos del Valle de Acherito; El Ibón y el Mallo de Acherito (2374 m.) sin lugar a dudas dos de las joyas del Parque Natural Valle Occidentales.
Comenzamos desde el parking de la Mina y pasaremos por los barrancos del Acherito, donde las cascadas y pozas son abundantes, pero de no muy fácil acceso y llegaremos hasta el refugio en las Foyas del Acherito, con sus imponentes paredes de la cara este.Continuaremos por un camino para acceder a la sierra por una brecha situada en el collado entre la Foya de Gamueta a la izquierda y un espolón a la derecha, reconocible por el cambio del color de la roca en su apertura. Una vez en lo alto de la sierra, solo habrá que fijarse en el acceso al sendero que pasará por subir varios “escalones” de piedra y a partir de ahí seguir los numerosos hitos hasta la ladera pedregosa de ascenso a la cima desde el Collado del Huerto.
Descenderemos al refugio de las Foyas del Acherito, donde un camino marcado e indicado con carteles, nos conducirá en un suave ascenso al Ibón de Acherito, enclavado en un circo glaciar y con unas aguas cristalinas y llenas de fauna. Desde ahí, el camino más habitual de ascenso al ibón, lo usaremos para descender hasta el valle de Oza donde comenzamos la ruta.
Es difícil decidir cuál de sus tres nombres es más sugerente, si el castellano, el vasco o el francés: Mesa de los Tres Reyes, Iru Errege Maia y Pic de Trois Rois. En lo que hay consenso es en considerar a esta montaña una de las más bellas del Pirineo navarro y de toda la cordillera, pese a que no supera los dos mil quinientos metros. Su nombre, tan cargado de coronas, se debe a que en su cumbre se daban cita los reinos navarro, aragonés y bearnés, y la leyenda cuenta que en alguna ocasión los reyes se dieron cita en su cumbre sin salir cada uno de su reino.
La ruta se inicia en el refugio de Linza y tras alcanzar el collado del mismo nombre pasaremos por la espectacular planicie de la Hoya de la Solana, limitada por las cumbres de Petrechema y el Mouscaté. Desde aquí ascenderemos al collado Escoueste y tras remontar los contrafuertes occidentales del Budogia alcanzaremos la cumbre de la Mesa, desde donde podremos disfrutar de un sobéebio panorama cuajado de montañas que se abre en derredor.
Sin duda es una de las montañas más emblemáticas del Valle de Echo, pues su silueta característica es fácilmente identificable desde muchos puntos; geológicamente es un espléndido sinclinal colgado, es decir, un antiguo valle glaciar que ha quedado elevado en la cima de la montaña por el efecto de la erosión, constituyendo su cima una peculiar atalaya desde donde se divisa gran parte del pirineo occidental. Su ascensión sin la presencia de nieve al vértice de 2.384 metros de altitud requiere únicamente superar las fuertes pendientes de sus pedreras para acceder al valle colgado, recorriendo posteriormente parte de este para llegar a su cumbre.
Saldremos de la población de Ansó, para introducirnos en el pequeño barranco de La Fuente y más tarde acceder a la loma del mismo nombre, que nos llevará casi a alcanzar el pico de la Punta del Raso, iremos faldeando dicho pico hasta que descenderemos nuevamente a Ansó por la loma de Santa Cruz.