Friuli es una región histórica italiana que actualmente forma parte de Friuli-Venezia-Giulia, con capital en Trieste. Se trata de una región netamente montañosa, que abarca las Dolomitas de Friuli, los Prealpes y los Alpes Julianos y los Alpes Cárnicos. Tierra de frontera, contacto e intercambio entre la cultura italiana, eslava y austríaca; y también de guerras, la última y más dolorosa ocurrida hace apenas un siglo, la Primera Guerra Mundial o Gran Guerra, cuyos cruentos combates en estas montañas dejaron vestigios y cicatrices que todavía perduran.
Nos alojaremos en la pequeña y tranquila localidad de Tarvisio, a pocos kilómetros de la frontera con Eslovenia y Austria, que alberga los más impactantes valles y paredones rocosos de los Alpes Julianos italianos, una unidad morfológica indisoluble de la parte eslovena. Nos adentraremos en los densos bosques de hayedos y laricios (alerces), que en esta época inician el cambio de color otoñal; descubriremos la vecina Val Saisera, un pequeño valle realmente mágico y el de los Lagos de Fusine, ambos delimitados por imponentes paredones calizos como el Jof de Montasio, el Jof Fuart y el Mangart, que nada tienen que envidiar a sus vecinos eslovenos. Y haremos también una incursión en los Alpes Cárnicos (Monte Cavallo) y en el PN del Triglav para conocer la Gargante del río Isonzo.
El escritor, botánico y alpinista Julius Kugy, explorador de los Alpes Julianos, encarna como nadie la historia de esta región. Nacido en Gorizia en 1858, entonces austríaca y hoy italiana, hablaba alemán, italiano y friuliano (la lengua retorromance de la región) y tenía conocimientos de esloveno. Primer escalador del Jof di Montasio y humanista en sentido amplio, abrió más de 50 nuevas rutas, experiencias que narró en sus diarios, donde también criticaba las ideas nacionalistas y abogaba por la coexistencia pacífica entre los tres pueblos.
En este viaje seguiremos los pasos de Kugy por esta desconocida y tranquila región italiana que sin duda te va a sorprender.
Vuelo al aeropuerto de Venecia y traslado hasta la población de Tarvisio (210 km, 2 h).
Antes de llegar al hotel, nos dirigiremos a la Val Saisera, para hacer una pequeña excursión de gran interés histórico.
Entre 1915 y 1917, los Alpes Julianos fueron un eje fundamental del frente de la 1ª Guerra Mundial, o la Grande Guerra como se la llama en Italia. Aunque los enfrentamientos solían tener lugar a cotas más altas, los austríacos construyeron una línea de fortificaciones en Val Saisera por temor a una invasión italiana desde la Val Dogana. Durante la ruta nos introduciremos en algunas de ellas.
El Monte Lussari y su santuario es la imágen más reconocible del Tarvisiano y de los Alpes Julianos italianos en general. Antes de la construcción del teleférico, miles de peregrinos llegados desde Italia, Austria y Eslovenia, ascendían trabajosamente los 900 m de desnivel por la "Via dei Pellerini", ruta que hoy día ha perdido interés pues transita por la actual estación de esquí.
Sin embargo, es posible ascender al Lussari desde la Val Saisera por un entorno salvaje e intacto. Para el descenso utilizaremos el teleférico, en su último día de funcionamiento hasta su reapertura para la temporada de esquí.
Sella Nevea es una pequeña localidad enclavada entre los macizos del Jof de Montasio (2.753 m) máxima altura de los Alpes Julianos italianos, y el Monte Canin (2.587 m) cima fronteriza con eslovenia. Bajo las cimas de ambos macizos encontramos dos "altopianos", es decir mesetas elevadas, muy diferentes entre sí. El altopiano del Canin aparece como un severo paisaje cárstico sin grandes paredes, mientras que el de Montasio es un paisaje de verdes pastos bajo una imponente muralla de picos y agujas entre el Jof de Montasio y el Jof Fuart, salpicado de "malgas" en las que se produce el famoso queso de Montasio.
La ruta que proponemos se orienta hacia la base del Jof Fuart, cuya vertiente opuesta avistamos en la ruta de ayer, para llegar al refugio Guido Corsi, inmerso en un vertiginoso paisaje.
En pleno verano, excursionistas y turistas se concentran en las orillas de los lagos gemelos de Fusine, lo más famosos de Friuli, separados de un desnivel de apenas 5 metros. El permeable terreno calcáreo permite el filtrado de las aguas de un lago a otro, para después desaguar por el río del Lago.
El entorno de los lagos es una auténtica postal, rodeados de bosques de abeto rojo y hayas, que ya empezarán a cambiar de color en esta época, con la omnipotente presencia del Monte Magart, una auténtica catedral rocosa que nada tiene que envidiar a algunas de sus hermanas dolomíticas.
Al oeste de los Alpes Julianos italianos se extiende esta cadena montañosa cuyo nombre hace referencia a los Carnios, pueblo pre-romano de origen celta que pobló la zona. La cadena marca la frontera con Austria, que en esta zona no se ha movido desde el siglo XIX a pesar de los combates de la Gran Guerra, lo que no ocurrió en otras partes de Friuli, que dejaron de ser austrohúngaras y pasaron a ser italianas.
En la parte más cercana a Tarvisio, el Monte Cavallo di Pontebba es sin duda el sector más interesante, sobretodo si se asciende desde el remoto y salvaje valle de Aip. Un recorrido largo y probablemente el más exigente del viaje, por una de las zonas más sugerentes y menos transitadas de los Alpes Cárnicos.
Teniendo la frontera de Eslovenia a tan solo unos kilómetros, no podemos dejar escapar la ocasión de visitar el sector esloveno de los Alpes Julianos, que forman en sí una unidad morfológica indivisible. Para ello hemos elegido una icónica zona que no solemos visitar en nuestro viaje a Eslovenia, el nacimiento del río Isonzo (Soca en esloveno), una de las joyas del país en el Parque Nacional del Triglav.
La ruta no es exigente y nos servirá de descanso de los kilómetros que ya acumulan nuestras piernas.
Tras dos jornadas en las que nos hemos alejado de Tarvisio, retornamos a la cercana Val Saisera, el precioso valle que a estas alturas del viaje, ya se nos habrá quedado grabado en el corazón.
En esta ocasión tenemos el objetivo de llegar a la cima del Jof di Sompdogna, de altura modesta pero no exento de alguna pequeña dificultad en la cima, con interesantes vesitigios de la Gran Guerra y sobre todo, una inolvidable vista de todas la montañas circundantes, destacando la vertiente norte del Jof di Montasio.
Dependiendo de los horarios de vuelo del grupo, este día podremos hacer alguna visita (Udine o Venecia) antes de dirigirnos al aeropuerto.