La capital del valle cántabro de Valderredible, Polientes, marca el inicio de esta ruta que a través de pistas surca bosques de robles, nogales y praderas, acompañados de cerca por el serpenteante río Ebro que al llegar a Villaescusa se adentra en el angosto desfiladero, presidido por impresionantes farallones rocosos. La entretenida senda, interrumpida en ocasiones por las raíces de los centenerios árboles, nos lleva a la aldea monumental de Orbaneja del Castillo, donde el agua de pozas y cascadas es la protagonista.
En esta etapa, el Ebro atraviesa una de las zonas más remotas y bellas de la provincia, y continua en su sinuosa traza encajonado entre farallones rocosos, recorriendo el denominado "Valle de Zamanzas"; A nuestro pedaleo se asoman hermosas aldeas bañadas por el río, como Escalada, Quintanilla, el bien conservado casco urbano de Pesquera de Ebro o la diminuta Tubilleja del Agua, antes de chocar contra los escarpes calizos de Los Tornos, junto a la olvidada aldea de Tudanca, donde finaliza la ruta.
En su recorrido a través del valle de Manzanedo, desde la aldea de Cidad de Ebro, el río y la ruta apenas atraviesan poblaciones; el monasterio cisterciense de Santa María de Rioseco, marca un alto antes de situarnos bajo la sierra de LaTesla, muralla natural con Merindades y comienzo del impresionante desfiladero de los Hocinos que tendremos que recorrer por pasarelas en las que habrá que bajarse de la bici. Al finalizar este cañón fluvial habremos llegado a la Merindad de Valdivieso, en cuyo valle se asientan un nutrido grupo de aldeas de casas blasaonadas, así como la mayor joya del románico en este valle: la ermita de San Pedro de Tejada.
El Camino natural del Ebro, se aleja del río y se encarama hacia las estribaciones más orientales de la sierra de la Tesla; se abandona el valle de Valdivieso ascendiendo por pista asfaltada a Tartalés de los Montes y más tarde a Tartalés de Cilla, para volver a encontrar el cauce del río junto a la vía verde del ferrocarril Santander-Mediterráneo, cuyo tramo más espectacular recorreremos hasta Oña y siguiendo el cauce del río Oca que ha labrado el conocido desfiladero de "La Horadada". Dese Oña y su monasterio regresamos por el "Camino Natural" finalizando en Trespaderne.
La ruta recorre el corazón del valle de Tobalina, siguiendo al río Ebro desde Trespaderne hacia la aldea de Cillaperlata junto a bosques mediterráneos que tapizan las sierras de La Llana y Oña. Antes de ascender a la amurallada ciudad de Frías, el recorrido nos lleva hasta otro de los lugares emblemáticos del valle, la ermita de Tobera, junto a sus cascadas y puente medieval. Los últimoskilómetyros hasta Frías serán por carretera de escaso tránsito.