Teniendo como punto de partida y de regreso el pueblo que da nombre al valle de Echo, vamos a recorrer caminos tradicionales de este valle que transitan por los bosques que se asientan en las laderas del alrededor.
Partiendo desde el refugio de Linza, emplearemos el mismo itinerario de ascenso hasta el collado de Linza que las ascensiones que se dirigen a la Mesa de los 3 Reyes o el Petrechema, entre otros. Una vez aquí, desviaremos nuestro rumbo al Oeste para acometer el ascenso del cordal del La Paquiza. Desde la cima podremos disfrutar de majestuosos picos como el Txamantxoia o también llamado pico Maz, el Mallo Acherito, La Mesa, Petrechema, el Ori, peña Ezkaurre… un sinfín de cimas que se extiende tanto a Este como Oeste.
El descenso lo realizaremos por el Oeste, completando una circular que en su llegada al refugio nos acompañará un bonito bosque de hayas y abetos.
Comenzamos desde la Selva de Oza por el barranco de la Espata, compartiendo itinerario del Castillo de Acher. Un frondoso bosque y con bastante desnivel nos dejará en el refugio del Castillo de Acher (libre). El valle se abrirá ante nosotros, pero cambiaremos de cuenca dando paso al barranco del Jardín, uno de los más bonitos del valle.
Un terreno de prados y tierras rojizas se expande y nos dará vista al collado de Achar de los Hombres, bajo la Punta Secús. En la llegada al collado, las vistas sobre la cabecera de Aguas Tuertas hacia el ibón de Estanés y Peña Forca en segundo plano o el Castillo de Acher nos sorprenderán. Alzando la vista al Este, todo el Pirineo se abre inabarcable con un sinfín de cimas.
El descenso, si las fuerzas acompañan a todo el grupo, podremos realizarlo por el barranco de Lo Barcal, para realizar una circular, pero la idea inicial es descender por el mismo itinerario de subida.
Es el más Occidental de todos los Ibones de Pirineos y quizá uno de los de mayor belleza, encajonado en un pequeño circo de rocas de absoluta verticalidad, nos hará sentir la grandeza que sólo los grandes espacios naturales son capaces de expresar. Comenzaremos nuestra ruta en la Selva de Oza para dirigirnos hacia el Norte siguiendo el río Aragón Subordan, llegados a las praderas de Guarrinza remontaremos el camino que nos conduce hasta el Puerto del Palo, el cual abandonaremos para hacer una media ladera que nos sitúa en el Ibón, donde podremos disfrutar de esta joya pirenaica, la vuelta la realizaremos por el barranco de Acherito.
Teniendo como punto de partida y de regreso el pueblo que da nombre al valle de Echo, vamos a recorrer caminos tradicionales de este valle que transitan por los bosques que se asientan en las laderas del alrededor.
Es difícil decidir cuál de sus tres nombres es más sugerente, si el castellano, el vasco o el francés: Mesa de los Tres Reyes, Iru Errege Maia y Pic de Trois Rois. En lo que hay consenso es en considerar a esta montaña una de las más bellas del Pirineo navarro y de toda la cordillera, pese a que no supera los dos mil quinientos metros. Su nombre, tan cargado de coronas, se debe a que en su cumbre se daban cita los reinos navarro, aragonés y bearnés, y la leyenda cuenta que en alguna ocasión los reyes se dieron cita en su cumbre sin salir cada uno de su reino.
La ruta se inicia en el refugio de Linza y tras alcanzar el collado del mismo nombre pasaremos por la espectacular planicie de la Hoya de la Solana, limitada por las cumbres de Petrechema y el Mouscaté. Desde aquí ascenderemos al collado Escoueste y tras remontar los contrafuertes occidentales del Budogia alcanzaremos la cumbre de la Mesa, desde donde podremos disfrutar de un sobéebio panorama cuajado de montañas que se abre en derredor.
Sin duda es una de las montañas más emblemáticas del Valle de Echo, pues su silueta característica es fácilmente identificable desde muchos puntos; geológicamente es un espléndido sinclinal colgado, es decir, un antiguo valle glaciar que ha quedado elevado en la cima de la montaña por el efecto de la erosión, constituyendo su cima una peculiar atalaya desde donde se divisa gran parte del pirineo occidental. Su ascensión sin la presencia de nieve al vértice de 2.384 metros de altitud requiere únicamente superar las fuertes pendientes de sus pedreras para acceder al valle colgado, recorriendo posteriormente parte de este para llegar a su cumbre.
Partiendo desde el parking de La Mina, enlazaremos con el Gr11 para comenzar a ascender pasando por el Refugio de lo Sabucar. Viraremos más hacia el Oeste para introducirnos en el barranco el cual alberga dólmenes y crómlechs semienterrados. Un último tramo algo más exigente nos dejará en el Collado de Petraficha desde donde hacia el Sur, acometeremos las últimas rampas a la Punta Chipeta a 2.175 metros de altitud.
El descenso lo realizaremos por el mismo itinerario que hemos empleado de subida.