Nuestra travesía se inicia en esta población inmersa en el Parque Nacional del Toubkal con una suave subida de unas dos horas de duración por campos de maíz, bosquetes de pinos y finalmente enebros que se suceden hasta el collado de Tizi’n Tachte (2.000 m) la mirada hacia atrás, hacia el valle de Imlil, es obligada. Por delante tenemos el descenso hacia el Valle de Azzaden, en uno de cuyos hermosos pueblos de adobe nos alojaremos esta noche.
Nota: este track finaliza en Ait Aissa, población vecina de Tahaliouine.
Comenzamos a subir a la sombra de gigantescos nogales, atravesaremos un bosque de enebros y llegaremos al Col de Téouti (2.400 m), el punto más alto de nuestro recorrido de hoy. En el descenso volveremos a encontrarnos con el bosque en Assaka, donde comemos. Después de un descanso continuaremos nuestro camino hasta llegar a Tekkent
Esta etapa se desarrolla en uno de los más bellos y más salvajes paisajes del Toubkal. Caminamos por un sendero fácil hasta el plateau de Tazaghart. Aquí encontramos las majadas de los pastores beréberes. Continuamos hasta el collado de Tougdalt (2.700 m). Luego una larga bajada de más de dos horas, por un bosque de enebros, hasta llegar al lugar de comer, a la sombra de gigantescos nogales centenarios, al lado del río de Azzaden, junto al pueblo de Tizi Oussem. Por la tarde continuaremos otras dos horas de subida, hasta el refugio de Azib Tamsoult, un buen enclave a los pies del corazón de la cordillera.
Nota: no es necesario bajar a Tizzi Ousem pues existe otro camino que conecta con Tamsoult de forma más directa.
Una vez superada la cascada de Irhoulidine, tomaremos a la derecha el soberbio camino que remonta la cara oeste del Aguelzim, una auténtica obra de ingeniería construida para que las mulas puedan unir directamente los refugios del Toubkal y Lepiney. Nada menos que 85 virajes en zigzag permiten salvar los 400 m de desnivel hasta el Tizi Aguelzim (3.530 m) Este collado es un estupendo mirador, pero aún lo es más el vecino pico Aguelzim (3.547 m) tan solo unos metros más alto y que merece la pena acercarse. Panorama de primer orden sobre el Toubkal que completaremos en cuanto avancemos un poco más con la visión del Ras Ouanokrim (4.030 m) antes de iniciar el descenso al refugio del Toubkal.
Estos dos picos son la cabecera de este largo valle delimitado en su cabecera por cuatro miles. Son los elegidos para esta primera jornada ya que su ascensión es la más progresiva, y aunque sea la más larga, su progresión es suficiente justificación para facilitar nuestra aclimatación a la estancia que vamos a realizar de 4 días por encima de 3.000 m.
La ascensión al Toubkal, no teniendo ninguna dificultad técnica, supone aceptar el desafío de una ascensión a gran altitud, en la que el aire enrarecido exige de nuestro organismo un esfuerzo extra.
Un caminar muy pausado, buena hidratación y resistencia psicológica son factores que harán llegar a buen puerto este empeño, que sin duda se verá facilitado por las etapas anteriores en la que hemos estado ya a alturas considerables.
Tras la cima, retorno al refugio por el mismo itinerario.
Descenso por el itinerario normal del Valle de Ait Mizane, hasta las poblaciones de Armed e Imlil.